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«Fiesta multicolor de Oaxaca para el mundo»

Miles disfrutaron de la edición 92 de la Guelaguetza con el primer Lunes del Cerro, donde los pueblos de las 8 regiones compartieron su música, danzas y tradiciones, haciendo vibrar los corazones en la Rotonda de las Azucenas.

Oaxaca, nuevamente se puso ante los ojos del mundo al ofrecer el espectáculo folclórico más importante de América Latina: la Guelaguetza.

Fueron 17 delegaciones con cientos de participantes quienes pisaron la Rotonda de las Azucenas en la primera edición del Lunes del Cerro para deleitar con su música, danza, tradición, cultura e historia.

La Diosa Centéotl, representada este año por Juana Hernández López, de la comunidad de Santiago Juxtlahuaca, de la región Mixteca, dio la bienvenida a las y los presentes en el Auditorio Guelaguetza. Es esta deidad a quienes los pueblos le rinden culto con su danza para llamar a la buena cosecha del año.

La algarabía se hizo presente con los marmoteros, faroleros y monos de calenda que acompañaron a las Chinas Oaxaqueñas de la etnia zapoteca; mujeres que con sus grandes canastas de flores y hermosas faldas de colores presentaron ante el mundo una auténtica rendida de culto a la imagen de la Virgen de la Soledad.

Esta delegación siempre inicia con su participación en los Lunes del Cerro por ser las anfitrionas, al realizarse el espectáculo en la ciudad de Oaxaca.

Siguió el pueblo alfarero de Asunción Ixtaltepec, que se presentó para mostrar este oficio que permanece vivo en este pueblo del Istmo de Tehuantepec.

Todos los miembros de las familias de los barrios participan en la elaboración de estas artesanías que se mantienen vivas en el gusto de locales y extranjeros.

Posteriormente, la Danza de los Diablos de la cultura de la negritud de la Costa chica llegaron desde Santiago Llano Grande para mostrar este baile, que tiene sus orígenes en la época del Virreinato, cuando los españoles llegaron a México.

Por los malos tratos que recibían y al no poder revelarse, hacían esta danza para burlarse. Era considerado un ritual al dios africano Ruja, a quien pedían liberarse del maltrato de los españoles.

Y al golpeteo de los zapatos, acompañados de la música de las jaranas, hizo su aparición la delegación de Loma Bonita, proveniente de la región de la Cuenca, quienes mostraron su alegría a través de sus fandangos.

Las risas también estuvieron presentes en el primer Lunes del Cerro de la Guelaguetza 2024, con el juego de destreza y habilidad de las damas y caballeros de San Pablo Macuiltianguis al representar una corrida con su “Torito Serrano”.

Por primera vez en un Lunes del Cerro se presentó el municipio de Santa Lucía del Camino para mostrar sus “Ritos del Sol”, del Domingo de Ramos a la Pascua.

Luego, el baile, sones y jarabes de la comunidad zapoteca ubicada en la región de la Sierra de Juárez, Villa Hidalgo Yalálag hizo su aparición. Una comunidad que a pesar de la alta migración que existe, conserva su identidad.

Y llegaron los de Ejutla, con su majestuosa danza y sus vibrantes colores que cautivaron al público.

Después, los varones de la Villa de Zaachila compartieron su Danza de la Pluma, una auténtica manifestación del arte coreográfico de la época prehispánica a través de los guerreros zapotecas, que con sus pesados penachos de plumas de colores realizaron la representación del triunfo del catolicismo sobre las religiones nativas.

La tierra que vio nacer a la inmortal Sandunga, Santo Domingo Tehuantepec, de la región del Istmo mostró cómo son sus bodas tradicionales. Una mezcla de cultura, danza y sones.

Y a pesar del cansancio, dado que medio viaje fue subir y medio viaje bajar, porque la montaña atravesaron y la friega fue inclemente, pero llegaron, Tuxtepec y su danza a la cosecha de la piña, estuvo presente en la Guelaguetza 2024.

La tradicional calenda que forma parte de las celebraciones en honor a Natividad de María, la santa patrona de Putla Villa de Guerrero, llegó a la Rotonda de las Azucenas, que con su zapateado y ritmo alegre hicieron vibrar el Auditorio Guelaguetza.

Tampoco pudieron faltar los Tiliches, personajes importantes del tradicional carnaval putleco.

San Pedro Pochutla de la región Costa presentó un sublime cuadro de sones y bailes que aún conservan su origen indígena. Estos, muestran la guerra de género en cuestiones de amor, con el intento del hombre de escapar del dominio y sometimiento de la mujer.

Por un momento las más de 10 mil almas presentes en el Auditorio Guelaguetza se trasladaron a la ciudad de las nubes o la tierra del sol, donde primero invadió la nostalgia con la Canción Mixteca, para después embellecer con sus siete sones y jarabes.

Con la picardía de sus versos y chilenas de la delegación costera de Santiago Pinotepa Nacional concluyó la emisión matutina del primer Lunes del Cerro.

Reinó la hermandad y la alegría en la edición vespertina
El Auditorio Guelaguetza lució en su esplendor ante la música, danza, tradición y cultura que expresaron las diferentes regiones de la entidad.

Después de una intensa lluvia que bañó el cerro de la Bella Vista, inició esta presentación con el himno de las oaxaqueñas y oaxaqueños “Dios nunca muere” de Macedonio Alcalá; en seguida la representante de la Diosa Centéotl, Juana Hernández López, originaria de Santiago Juxtlahuaca, expresó a visitantes y locales la grandeza del pueblo de Oaxaca, luego del son de los tambores, flauta de carrizo y caracol de los chirimiteros.

La Rotonda de las Azucenas fue el escenario para que las 16 delegaciones mostraran su Guelaguetza -regalo, presente- de su cultura, tradición, música y canto, así como de productos de sus comunidades como café, chocolate, fruta, artesanías y bebidas ancestrales.

San Antonino Castillo Velasco se hizo presente con el jarabe del valle; San Felipe Jalapa de Díaz con el baile la pastora que transmite un mensaje de amor y esperanza y San Melchor Betaza con sones y jarabes mostraron la cultura zapoteca de la Sierra de Juárez que han conservado hasta la fecha.

En esta edición 92 de la Guelaguetza se presentó la danza y sones de Corpus Cristi, interpretados por la delegación de San Francisco del Mar; la algarabía de asistentes retumbó en el auditorio tras anunciar a Santiago Pinotepa Nacional y San Carlos Yautepec con fandango y jarabe carleño.

En esta fiesta racial, integrantes de la delegación de El Espinal representaron la celebración de julio en honor a la virgen del Rosario con sones del Istmo; Huajuapan de León con el insuperable jarabe mixteco que se enmarca con la “Canción Mixteca” de José López Alavés y al que el público se sumó con su entonación, a 50 años del último suspiro del autor.

Santa María Zacatepec, con boda, fandango y carnaval Tacuate; Santiago Juxtlahuaca con la danza de los rubios; Santiago Zacatepec expuso El palangon ceremonial y fandango mixe. En tanto la presentación de San Juan Bautista Tuxtepec con flor de piña provocó el júbilo y los aplausos de pie de asistentes.

Santos Reyes Nopala con boda chatina y torna boda ejecutaron sones y chilenas; El Barrio de La Soledad mostró la festividad y mayordomía en honor a la virgen de este municipio del Istmo de Tehuantepec; Cuilápam de Guerrero con danza de la pluma que representa la conquista de los aztecas por parte de los españoles y las Chinas Oaxaqueñas de Casilda cerraron esta emisión con el tradicional jarabe del Valle.

Participantes y asistentes se unieron para bailar juntos y celebrar la riqueza cultural de Oaxaca y disfrutar de un espectáculo de fuegos artificiales.