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La FIFA sentencia a Luis Rubiales por besos y tocamientos en los genitales

El exdirigente puede acudir al Comité de Apelación para rebajar la pena

La FIFA fue la entidad que dio el primer paso al sancionar provisionalmente a Luis Rubiales, castigo que más adelante se convirtió en definitivo con tres años de no poder acercarse al mundo del fútbol del que fuera presidente de la Federación, que esta misma semana ha tenido notificación de los motivos esgrimidos por la FIFA para la toma de la decisión. Rubiales puede acudir al Comité de Apelación para rebajar la pena.

El colombiano Javier Iván Palacio ha sido el que ha dado forma al informe y al procedimiento, analizando al detalle y pidiendo declaración a las partes implicadas. MARCA ha tenido acceso al sumario del caso. La FIFA lo ha dividido por partes: Beso a Jennifer Hermoso, tocamiento de los genitales, cuando coge por las piernas a Athenea y beso a Olga Carmona.

En todos los apartados ha recabado los testimonios de los protagonistas, de terceros, ha buscado videos y todo lo dicho con posterioridad por uno y otros. En lo hace referencia al tocamiento de los genitales, Rubiales dijo que era un gesto dedicado a Vilda y que en España es algo común y coloquial para decir lo bueno que es uno. La FIFA argumenta que es un gesto «del siglo pasado, con tendencia misógina» y que «España es un ejemplo de igualdad de género y que ese gesto no se puede consentir en una zona VIP con presencia de personalidades. Este gesto no se corresponde con la realidad de España. No convence las explicaciones dadas a un gesto sexista».

Algo inaceptable
Respecto al beso: «Es algo inaceptable. Besó a una jugadora del sexo contrario. Es el presidente y debe actuar y comportarse con un cierto nivel de responsabilidad. Rubales no respetó el código de comportamiento. Uno es el presidente y la otra es la jugadora. La jerarquía y la superioridad quedó de manifiesto. Hay una presión en todo lo hecho. En el beso y después del beso». Cierto es que la FIFA refleja el diálogo de tres segundos previos al beso, pero recoge que nunca dio permiso para el beso, que Jennifer dijo a la FIFA que fue «humillante».

Incluso alguno de los argumentos puestos por la FIFA para la sanción han sido el vídeo grabado por Rubiales grabado en Dubai y considerado inapropiado, así como el comportamiento del presidente en la Asamblea posterior.

Conclusión final de la FIFA
La conclusión final de la FIFA no deja lugar a duda alguna y hace referencia a los artículos 6 y 13 del reglamento del máximo organismo mundial del fútbol: «Toda persona que atente contra la dignidad o la integridad de un país, una persona o un colectivo de personas empleando palabras o acciones despectivas, discriminatorias o vejatorias (por el medio que sea) por motivos de raza, color de piel, origen étnico, nacional o social, género, discapacidad, orientación sexual, lengua, religión, posicionamiento político, poder adquisitivo, lugar de nacimiento o por cualquier otro estatus o razón será sancionada con una suspensión que durará al menos diez partidos o un periodo determinado, o con cualquier otra medida disciplinaria adecuada».

Además, el comportamiento de Rubiales no se corresponde en momento alguno con el que debe tener el presidente de una de las federaciones más importantes como es la española y menos aún siendo vicepresidente de la UEFA. «Su comportamiento es inaceptable y inexcusable y menos aún en el ecosistema actual y en el mejor momento del fútbol femenino».

Las conclusiones siguen: «Utilizó la Asamblea de la Federación para defenderse y distorsionar la realidad para justificar el beso, algo que nunca puede hacer un presidente. Nunca reparó en el daño moral que podía ocasionar a las jugadoras con su manera de actuar».

Termina diciendo que la sanción es obligada ante: «El daño causado al mundo del fútbol, pero sobre todo a la moral de las futbolistas. Arruinó la experiencia de la Copa Mundial a muchos, empezando por la jugadora y sus compañeras de equipo que acababan de convertirse en campeonas del mundo por primera vez en su historia. Por lo tanto, el Comité estaba firmemente convencido de que el Demandado, con su comportamiento, desprestigió el deporte del fútbol y/o a la FIFA a nivel mundial».