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Pese a multas, persiste contaminación ambiental

La Procuraduría Ambiental de Oaxaca ha aplicado dos multas de 3 mdp contra el Ayuntamiento capitalino por permitir que la ribera del río Atoyac sea utilizada como “Centro de Transferencia de Residuos”, generando focos de infección ambiental y daños contra del equilibrio ecológico.

La Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Oaxaca (PROPAEO), aplicó dos multas de 3 millones de pesos contra el Ayuntamiento de la ciudad de Oaxaca por permitir que la zona de la ribera del río Atoyac sea utilizada como “Centro de Transferencia de Residuos Sólidos”.

El procurador Ambiental, Manuel Acevedo dijo que después de una serie de apercibimientos y exhortos que fueron emitidos, se determinó aplicar dos multas de tipo administrativo contra el Ayuntamiento de la capital por generar focos de infección ambiental y daños en contra del equilibrio ecológico.

«Se han hecho varias inspecciones en la zona y no hay una zona de reciclaje, hay un acumulamiento de basura peligroso para la salud humana, donde existe la proliferación de fauna nociva, además de afectaciones al manto freático», detalló.

El funcionario precisó que la extensión afectada abarca una superficie de más de 700 metros cuadrados, afirmando que a pesar de los llamados que se han realizado por la vía legal no ha existido una respuesta institucional para resarcir el daño.

“El lugar tiene varios meses bajo una intensa contaminación y por parte del gobierno municipal no hay una respuesta asertiva para retirarlo o hacer algo para mejorar la condición del espacio”, mencionó.

Por otro lado, con base en una queja de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), un juez de distrito emitió una orden de desalojo para que el gobierno de la Ciudad de Oaxaca realice el retiro del basurero a cielo abierto que se ha permitido en la ribera del río Atoyac, además de que se aplique un plan de saneamiento y mitigación, advirtiendo que si hay desacato judicial se procederá por la vía penal contra las autoridades municipales omisas.

Ante esta situación, vecinos de colonias aledañas siguen manifestando su inconformidad por la acumulación de desechos en el playón de las riberas del río Atoyac, dado que los olores que se perciben son insoportables, situación que temen repercuta en la salud de las familias que viven en esa zona.