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Rodrigo Ríos, el jugador que pasó del futsal al Palmeiras y a la Selección Colombia

El seleccionador Jorge Lorenzo apuesta por ll jugador que ya jugó un Mundial… pero de ¡futsal!

Richard Ríos es la gran sorpresa de esta lista de Néstor Lorenzo para las Eliminatorias. El volante del Palmeiras se ha ganado a pulso su convocatoria, gracias al gran momento que está viviendo en Brasil tras varios años en los que parecía que no le iba a sonreír el destino. Esta última temporada ha sido la de su consolidación. Ríos se ha ganado la confianza de Abel Ferrerira y poco a poco ha ido asentándose en el once inicial, desde el campeonato local hasta la Libertadores.

La Selección encontrará en él un volante con visión y gran golpeo. Pero sobre todo un jugador que sabe adaptarse a todas las circunstancias.Su carrera es un ejemplo de ello. Porque Ríos puede ser fácilmente un caso único en el fútbol. Donde pocos jugadores pueden presumir de haber debutado ya con la camiseta de su país en futsal y hacer ahora lo mismo con el equipo de mayores de fútbol once.

«Quiero ser como Vinícius»

Si repasamos en la historia se encuentran muy pocos casos como él. Uno de ellos fue precisamente Brian Laudrup, el hermano de Michael, que llegó a disputar un Mundial con Dinamarca en el futsal y también la Copa de Europa del 92 con en la selección absoluta. Richard Ríos seguirá ese mismo camino. Y ahora espera aportar todo su estilo del micro al medio campo de la Selección.

«Quiero ser como Vinícius», le dijo a MARCA en 2019 un Ríos que recién llegaba a Brasil después de superar la mayoría de edad. Y es que la estrella del Real Madrid también empezó dando sus primeros pasos en el fútbol sala para después hacer parte de las filas del Flamengo. Cuando aterrizó en Brasil, Ríos también soñaba con llegar a la Selección, pero primero tenía que pasar por todo un ‘vía crucis’ para lograr su objetivo.

Del futsal a la Selección, superando la peor lesión
Ríos ve cumplido un sueño. Una promesa que ya hizo en MARCA en una entrevista cuando aterrizó en Brasil precisamente hace cuatro años. «Si me dan esa oportunidad sería uno de mis sueños: vestir la camisa de Colombia en fútbol 11. Aunque ya sé algo de esa sensación que porque lo hice en futsal», decía un Ríos de 19 años recién llegado a Flamengo.

El Mengao lo descubrió en ese Mundial sub 20 de fútbol salón de 2019. Fue el primero en apostar por él sin que tuviera experiencia profesional en un equipo de fútbol once. Tan solo tuvo tres meses para cambiar los guayos del micro por los taches de la hierba. Pero su adaptación fue todo un éxito. En muy poco tiempo entró al equipo sub 20 de Fla, donde jugó prácticamente en todos los puestos. Tras debutar con el primer equipo, su fútbol pedía a gritos más oportunidades y las terminó encontrando en México, donde acabó cedido en el Mazatlán.

Allí sufrió hasta ahora el peor momento de su carrera. Se rompió el ligamento cruzado, la lesión que machacó a otros cracks como Falcao. Pero supo ser paciente y trabajó fuerte para recuperarse. En su regreso a Brasil, rescindió con Flamengo y firmó por Guaraní. Tras comprobar que no había perdido un ápice de talento, Palmeiras se lanzó por él. Ahora con el verde triunfa en Brasil.

La explosión en Palmeiras
En Palmeiras ha encontrado la continuidad que necesitaba su juego. El técnico Abel Ferreira le ha brindado toda la confianza y lo ha convertido ya prácticamente en una pieza clave del medio campo. Su estilo de juego no parece el de un jugador de micro. Aunque si bien guarda destalles, como la forma de pisar el balón o ese tacto de potrero, su fútbol mira más allá del horizonte.

Ríos tiene un gran derroche físico ocupando gran parte del espacio del campo, sobre todo orientado más al costado derecho. Es un apoyo constante en corto y un jugador letal cuando se acerca al área contraria por su disparo. Su golpe lejano se traducirá en un nuevo recurso para la Selección desde media distancia.

Este año ya ha jugado titular en Libertadores y en es uno de los habituales en el once también en el campeonato brasileño. El seleccionador Néstor Lorenzo puede encontrar en él a un volante de un corte muy distinto al resto que se ha llevado en la lista. Capaz de dar oxígeno en el centro del campo y de aportar también en ataque con su llegada.